📖 El mesías Jesús en el ʾIslām, en el cristianismo, en realidad


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بسم الله الرحمن الرحيم

La posición de Jesús[1] en el ʾIslām y el cristianismo

Los cristianos y los musulmanes han diferido durante siglos sobre la naturaleza y la posición de Jesucristo. Ambas religiones le dan reverencia y ambas creen en su inmaculada concepción. Ambas religiones llaman a conocer su verdadera naturaleza y su propósito. Los musulmanes creen que los líderes cristianos de siglos anteriores modificaron las Escrituras para redefinir la posición de este noble y virtuoso profeta de Dios Todopoderoso. En realidad, reconocidos teólogos cristianos admiten fácilmente que la Biblia ha sido alterada a través de los años, así que en ese sentido, no hay desacuerdo. El renombrado académico bíblico de los Estados Unidos, Dr. Bart D. Ehrman, anteriormente presidente de la Sociedad de Literatura Bíblica de la región sureste declaró: «Una de las más asombrosas y desconcertantes características del cristianismo convencional es que seminaristas que estudian el método histórico-crítico en sus clases [acerca de la] Biblia parecen olvidar todo sobre ello cuando les viene el momento de ser pastores. Les enseñan los enfoques críticos de las Sagradas Escrituras, ellos aprenden sobre sus discrepancias y contradicciones, descubren todo tipo de errores históricos y fallos. Encuentran otros libros que en su tiempo fueron considerados canónicos pero finalmente no formaron parte de las Escrituras, reconocen que un buen número de libros de la Biblia son pseudónimos (escritos por alguien desconocido en el nombre de un apóstol) y en realidad no tenemos ni una copia original de ningún libro bíblico, sino solo copias escritas siglos después, de las cuales todas han sido modificadas» [ver: Bart D. Ehrman, «Jesus, Interrupted: Revealing the hidden contradictions in the Bible and why we don’t know about them», en español: «Jesús, interrumpido: Revelando las contradicciones escondidas de la Biblia y por qué nosotros no sabemos sobre ellas»]. Esta modificación del mensaje original de Jesús (la paz sea con él) está establecido en los textos religiosos islámicos: el Qurʾān [Corán]  y en las palabras del profeta Muḥammad (la paz sea con él).

Los musulmanes creen que Dios envió después del profeta Jesús a otro profeta, cuya llegada fue anunciada en escrituras anteriores como la Torá [Tawrāh] revelada a Moisés [Mūsā] y el Evangelio [ʾInğīl] revelado a Jesús. Este último profeta fue Muḥammad. Dios dijo en el Qurʾān[2]:

«Digan [oh, musulmanes]: Creemos en Dios y lo que nos ha sido revelado, y lo que le fue revelado a Abraham [ʾIbrāhīm], Ismael [ʾIsmāʿīl], Isaac [ʾIsḥāq], Jacob [Yaʿqūb] y a las tribus de Israel, y lo que le fue dado a Moisés y a Jesús, y lo que le fue dado a los profetas de su Señor. No hacemos distinción entre ninguno de ellos y a Él (el Verdadero Señor) nos hemos sometido» [Qurʾān, Sūrah Al-Baqarah 2:136].

Dios también informó a la humanidad que las Escrituras anteriores fueron cambiadas, alterándose gran parte del mensaje original, por lo que no se puede confiar más en ellas. Entonces de Su Divina Misericordia, Él envió el último de los profetas, cuyo nombre fue Muḥammad (la paz sea sobre él) con la Revelación Final, el Qurʾān, que Dios protegió de corrupción y alteración [es decir, el texto original sin corrupción]. Los siguientes puntos son algunos de los más importantes en la creencia [de un musulmán] con respecto a Jesús (la paz sea con él):

1: Los musulmanes creen que Jesús tuvo un nacimiento  milagroso. Dios dijo en el Qurʾān:

«Verdaderamente, el ejemplo de Jesús ante Dios es como el ejemplo de Adán [Ādam]. Dios lo creó de tierra y luego le dijo: ¡Sé! Y fue. [Esta es] la verdad [procedente] de tu Señor, no seas de los que dudan» [Qurʾān, Sūrah Āli ʿImrān 3:59-60]. 

Desde el comienzo, debe quedar claro que los musulmanes creen que Jesús es un profeta de Dios nacido de una virgen, de una madre noble, María [Maryam] (la paz sea con ella), quien no fue tocada por ningún hombre. 

2: Los musulmanes creen que Jesús fue un profeta enviado por Dios, no el hijo de Dios, no es parte de una trinidad. Después de que Jesús fuese elevado a los cielos, los cristianos comenzaron a creer incorrectamente que como Jesús no tiene padre humano, entonces el Dios Supremo debería ser su padre literal, y así lo afirmó el autor del Evangelio de Juan—quien nunca conoció a Jesús—casi un siglo después de Cristo:

«En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su hijo unigénito al mundo para que vivamos por él» [Juan I 4:9].

La gran mayoría de académicos cristianos no creen que Juan, u otro de los apóstoles, escribiese esto. Por lo que claramente estas no son palabras de Dios ni las palabras de Cristo. Y fue esta creencia lo que llevó a  los cristianos a adorar a Jesús (la paz sea con él) posteriormente. Fue esta creencia lo que introdujo en el cristianismo la adoración a otro aparte de Dios. El ʾIslām prohíbe categóricamente esta atribución de un hijo al Dios Supremo:

«Di: Él es Allāh[3], Uno. Allāh el [Señor] Absoluto [de Quien todos dependen]. No ha engendrado ni ha sido engendrado. Y no hay nadie que se Le parezca» [ver Qurʾān, Sūrah Al-ʾIḫlāṣ 112:1-4].

De hecho, no hay prueba alguna que demuestre que alguno de los discípulos de Cristo adorara a Jesús ya que sabían que adorar a otro aparte de Dios (a quienes los musulmanes se refieren cómo Allāh) sería una clara violación al primer y más importante de todos los mandamientos en la Biblia:

«No tendrás otros dioses delante de Mí. No te harás [escultura ni] imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni lo que hay abajo en la Tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto» [Éxodo 20].

Por lo tanto, cualquier tipo de adoración dirigida al profeta Jesús o su madre es una clara violación de este mandamiento sobre el cual hay un acuerdo universal. Dios [Allāh], ordena de manera similar en el Qurʾān:

«Entre sus signos está la noche y el día, el sol y la luna. No os postréis ni ante el sol ni ante la luna sino postraos ante Allāh que es quien los ha creado, si sólo a Él adoran» [ver Qurʾān, Sūrah Fuṣilat 41:37].

Además Dios dice:

«Realmente han caído en incredulidad quienes dicen: Dios es el Mesías, hijo de María» [Qurʾān, Sūrah Al-Māʾidah 5:72].

Y también dice:

«Y han caído en incredulidad los que dicen: Dios es el tercero de tres [en una trinidad]›». [Qurʾān, Sūrah Al-Māʾidah 5:73]. 

3: Los musulmanes creen que Jesús y María fueron personas nobles, siervos de Dios y no objetos de adoración. Como tal, los musulmanes respetan profundamente al profeta Jesús y a María, la madre del Mesías. Dios dice en el Qurʾān:

«El Mesías, hijo de María, no es más que un mensajero antes del cual ya hubo otros mensajeros. Su madre era una mujer veraz y ambos comían alimentos» [Qurʾān, Sūrah Al-Māʾidah 5:75].

En este verso, Dios aclara que Jesús es un mensajero de Dios y María una mujer veraz y ambos eran humanos porque comían alimentos, que fue proveído para ellos por su Señor—mostrando que ellos dependían de su Señor. Para cualquier musulmán el rendir adoración a un profeta, o a cualquier otro ser aparte de Dios, es considerado idolatría. 

4: Jesús fue un siervo humilde y sincero de Dios:

«Y cuando Dios diga [en el Día del Juicio]: ‹¡Jesús!, hijo de María, ¿has dicho tú a los hombres: Tomadme a mí y a mi madre como dioses aparte de Allāh?›. Dirá: ‹¡Gloria a Ti! No me pertenece decir aquello a lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho, Tú lo sabrías. Tú sabes lo que hay en mí, pero yo no sé lo que hay en Ti. Es cierto que Tú eres el Conocedor de lo más recóndito. Solo les dije lo que me ordenaste: ¡Adorad a Allāh, mi Señor y el vuestro! Y he sido testigo de ellos mientras permanecí en su compañía. Y cuando me llevaste a Ti, Tú eras Quien los observaba, Tú eres Testigo de todas las cosas» [Qurʾān, Sūrah Al-Māʾidah 5:116-117].

Incluso en la Biblia hay declaraciones claras mostrando que Jesús (la paz sea con él) dirigía adoración exclusiva a Allāh. Lee aquí un verso de la Biblia cristiana leída por árabes cristianos en diferentes partes del mundo:

«Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? ¡Nadie es bueno excepto solo Allāh!» [Marcos 10:18].

Aquí Jesús se distingue él mismo de Dios, es decir, que él es adorador [siervo], y Allāh (Dios) es el que debe ser adorado. En el Antiguo Testamento de la Biblia árabe encontramos lo siguiente:

«En el principio, Allāh creó los cielos y la tierra» [Génesis, verso I].

Muchos cristianos de Occidente se quedan atónitos cuando leen estas palabras porque se imaginan que Allāh es la exclusiva deidad de los musulmanes pero en realidad es Allāh el Señor y Dios quien creó a Ādam y lo convirtió en el primer profeta, Él es el mismo Dios que envió a Noé [Nūḥ], Abraham [ʾIbrāhīm], Isaac [ʾIsḥāq], Ismael [ʾIsmāʿīl], Jacob [Yaʿqūb], Moisés [Mūsā], Juan [Yaḥyā], Jesús y Muḥammad (que la paz y bendiciones de Allāh sea con ellos). Mucha gente de occidente percibe que Allāh es como un dios «exclusivo» de los árabes. Pero ahora puedes ver que el nombre «Allāh» se refiere al Único Dios, Señor y Creador de todo lo que existe, y que tiene el derecho exclusivo de ser adorado.

5: Los musulmanes creen que Jesús no fue crucificado, sino que fue elevado a los cielos antes de que pudiera ser dañado:

«Y dijeron: ‹Matamos al Mesías, Jesús, hijo de María, el mensajero de Dios›. Pero no lo mataron, ni lo crucificaron, solo se les hizo parecer [que había pasado] tal cosa…» [Qurʾān, Sūrah An-Nisāʾ 4:157].

El Qurʾān [Corán] nos informa:

«Y cuando Dios dijo: ‹¡Jesús!, verdaderamente voy a llevarte y elevarte hacia Mí y te purificaré  de los que no creen›» [Qurʾān, Sūrah Āli ʿImrān 3:55].

Entonces él fue elevado a los cielos antes de que pudieran capturarlo y matarlo. Luego Dios puso su imagen en otro a quien mataron en su lugar. Esto es parte de la creencia islámica, él no fue resucitado después de la muerte, porque no murió. Sin embargo, el profeta Muḥammad (la paz sea con él) dijo que Jesús descenderá antes del Último Día para establecer la adoración de Dios y justicia en la tierra, entonces morirá como otros mueren (que la paz sea con él). Esta ascensión de Jesús a los cielos, es mencionada también en la Biblia:

«Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba [ascendía], he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo» [Hechos de los Apóstoles 1:10-11].

Sin embargo, los escribas cristianos decidieron que harían parecer que esta ascensión ocurrió después de lo que llamaron la resurrección, para hacerla encajar con las doctrinas cristianas que vinieron después las cuales dicen que Jesús, «el hijo de Dios» murió por los pecados de la humanidad. Por lo tanto, sin la muerte y posterior resurrección de Cristo, esta doctrina no tendría validez. El ʾIslām enseña que cada individuo lleva la carga de sus propios pecados y la carga de los pecados que se enseñan a otros, y Dios acepta pronto el arrepentimiento del siervo creyente cuando busca el perdón de Él, llamándole directamente y pidiendo Su Misericordia sin necesidad de intermediarios. El ʾIslām es vehementemente monoteísta y considera como politeísmo cualquier acto de adoración dirigido hacia otro aparte de Dios. Entonces, [los actos de] adoración tales como súplicas, postración, buscar refugio, buscar auxilio divino, asistencia y ayuda, buscar perdón, salvación y así sucesivamente, solo se pueden pedir al Único y Verdadero Dios, Allāh. 

6: Los musulmanes afirman y creen en los milagros de Jesús (la paz sea con él), los cuales tuvieron lugar con el permiso de Dios:

«¡Oh, Jesús, hijo de María! Recuerda mi favor sobre ti y tu madre cuando te ayudé con el espíritu puro [el ángel Gabriel] para que hablaras a la gente desde la cuna y en la madurez. Y cuando te enseñé la escritura y la sabiduría, la Torá y el Evangelio. E hiciste a partir de barro la figura de un ave con Mi permiso, respiraste sobre él y se convirtió en un pájaro con Mi permiso, sanaste al ciego de nacimiento y al leproso con Mi permiso, y trajiste [de regreso a la vida] al muerto con Mi permiso. Y cuando contuve a los hijos de Israel de ti [que querían matarte] cuando trajiste a ellos las pruebas claras, y los incrédulos entre ellos dijeron: Esto no es más que magia evidente» [Qurʾān, Sūrah Al-Māʾidah 5:110].

Estos milagros fueron realizados con el permiso de Dios como un signo para la gente de su profecía y su veracidad. A muchos de los profetas se le concedieron hacer milagros con el permiso de Allāh: Moisés dividió el Mar Rojo en dos con el permiso de Dios, Muḥammad separó la luna en dos con el permiso de Dios y así sucesivamente.

7: Jesús es hermano de los profetas. El profeta Muḥammad (que la paz sea con él) dijo:

«Yo soy el más cercano de toda la gente a Jesús, hijo de María, en esta vida y en la vida después de la muerte». Sus discípulos le preguntaron: «¿Cómo es eso, oh, Mensajero de Dios?». Y él contestó: «Los profetas son hermanos paternos, sus madres son distintas pero su religión es solo una, y no hubo ningún profeta entre Jesús y yo» [Recopilado en Ṣaḥīḥ Muslim].

Está establecido en la Torá, el Evangelio, el Qurʾān [Corán] y en las tradiciones proféticas auténticas que el linaje de Muḥammad y Jesús vienen del profeta Abraham (la paz sea con él). Abraham tuvo dos hijos: Ismael e Isaac. El hijo de Isaac fue Jacob, también conocido como Israel. Jacob tuvo doce hijos de los cuales emergieron los hijos y las tribus de Israel y sus profetas. 

Del linaje del profeta Ismael descendió el profeta Muḥammad, a través de las tribus árabes. Toda la humanidad está obligada por estos textos revelados a aceptar a Muḥammad como el último de los profetas y el Qurʾān [Corán] como la última revelación que abroga a todas las revelaciones previas. Dios ordenó a los hombres a atestiguar que: «No hay Dios con derecho a ser adorado en verdad excepto el Dios Supremo, y que Muḥammad es Su siervo y mensajero, y Jesús, hijo de María, es Su siervo y mensajero». ¡Y tú también puedes atestiguar este derecho ahora mismo y unirte a los guiados!


[1] Su nombre en árabe es عيسى y transliterado como ʿĪsā, o عيسى بن مريم – ʿĪsā bin Maryam (Jesús, hijo de María).
[2] El español de las citas del Qurʾān [Corán], son solo una traducción del significado, si desea revisar el árabe con las palabras de Allāh, el Altísimo, le invitamos a revisar el Qurʾān en nuestra Biblioteca www.islam-puro.com/biblioteca-virtual.
[3] En árabe significa el Dios verdadero, que merece ser adorado.

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📖 Título original: Jesus the Messiah in Islam, in Christianity, in reality.
– Publicado originalmente por: Salafi Publications

🖋 Traducción del inglés al español y edición por Islam Puro
📆 1era edición: Rabīʾ I 1441 / noviembre 2019.
📆 2da edición: 21 Ğumādā I 1444 / 15 diciembre 2022

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